El irrigador oral es uno de los accesorios de higiene oral más útiles y, sin embargo, desconocido entre muchos de nuestros pacientes. Lo cierto es que en nuestra clínica dental en Mérida no podemos si no recomendarlo, puesto que son muchos los beneficios que aporta su uso para nuestra salud bucodental:
- Elimina los restos de comida que se agrupan en los espacios interdentales.
- Previene la formación de sarro, reduciendo la placa bacteriana.
- Ayuda a combatir el mal aliento.
Es un utensilio muy sencillo de usar que complementa a la perfección el cepillado para garantizar que nuestra boca, especialmente en ciertos casos, esté lo más sana posible.
El irrigador oral es un accesorio que, además, puede usar cualquier persona. Desde personas con la boca muy sana a niños. Su uso es muy recomendable en concreto para aquellas personas que están pasando por una ortodoncia con brackets, que tienen implantes dentales o que padecen una enfermedad periodontal.
¿Cómo se utiliza el irrigador oral?
Como hemos dicho, su uso es muy básico y está al alcance de cualquier persona.
Una vez tengamos lleno el depósito con agua tibia del grifo, elegiremos la boquilla que mejor se adapte a nuestros dientes. Los irrigadores dentales tienen varias de ellas, dependiendo de la función o el estado de dientes y encías de los pacientes. Lo mejor es siempre consultar a nuestro dentista en Mérida para nuestro caso concreto.
Una vez hecho, ajustaremos la presión al máximo y apuntaremos al lavabo durante unos segundos, para sacar todo el aire de los tubos del instrumento.
A continuación, ajustaremos la presión al mínimo y con calma y con el consejo de nuestros dentistas la ajustaremos hasta que estemos cómodos con la potencia.
Coloca la punta de la boquilla sobre tus dientes en un ángulo de 90º, cerrando la boca todo lo posible para no salpicar, y empezaremos a limpiar la boca.
Nuestras recomendaciones
- Comienza siempre por los dientes posteriores y mueve la punta justo por la línea de las encías, con breves pausas cuando pases por los espacios interdentales.
- No lo uses durante más de cinco minutos.
- Procura siempre que hayan pasado al menos dos horas entre un uso y otro.
El irrigador, además, es un elemento que puede usar toda la familia, siempre y cuando cada persona use su propia boquilla. Incorpora este elemento a tu higiene oral y ya verás cómo tu boca te lo agradece.
Ante cualquier problema o necesidad bucodental, acude a nuestra clínica dental en Mérida. Llámanos y pide cita.